ELEMENTOS
La gestión de los proyectos de negocio está compuesta por muchos factores, la totalidad de ellos son elementos de gestión que componen esa iniciativa que genera valor a través de una actividad orientada hacia los clientes, en donde el resultado será positivo para todo el ecosistema que lo rodea.
En este blog publicamos ideas de gestión que serán útiles para el planteamiento de la idea de su proyecto, su estructura y un buen funcionamiento.

Luis A. Nuñez Lavagnino, MBA
01.- MANEJO DE RIESGO EN PROYECTOS DE INVERSIÓN
En el momento que usted está leyendo esto, en algún lugar de nuestra región al menos un par de emprendedores está reunido analizando los factores para iniciar un nuevo proyecto. Muchas veces el temor al riesgo limita a lanzarse con una nueva idea de negocio, algo que no permite siquiera intentarlo. Unas veces un entorno cambiante, otras tantas las condiciones del mercado, pero muchas más son por simple desconocimiento de herramientas que llamaremos «mitigadores de riesgo» y permiten gestionarlos.
Todo lo desconocido genera incertidumbre, por lo mismo es importante entender que una gran cantidad de factores se convierten en cuestiones que se pueden identificar y controlar. Su estudio requiere un ingrediente indispensable que denominaremos: objetividad, porque muchas veces las ganas de empezar y ser exitosos, opaca nuestra visión y oculta su existencia y en otros casos los creamos para justificar ese temor, ese temor a decidirse e iniciar.
Por supuesto el tipo de proyecto es -de por sí- ya un elemento de riesgo porque todo nuevo emprendimiento surge a partir de lo desconocido, una idea nueva, un concepto diferenciador, elementos de valor nuevos que no sabemos con toda certeza si serán aceptamos por el mercado. Existen dos tipos de riesgos: los conocidos que son los que podemos detectar desde las reuniones con el equipo de trabajo y que por lo tanto generarán acciones para su manejo; y también están los desconocidos, que obligarán a enfrentarlos con menos preparación pero que de la misma forma deben ser mitigados.
Existen riesgos internos a nuestro organización y también hay externos, y lo componen eventos que deben considerarse con una probabilidad de ocurrencia alta o baja, y que por lógica van a generar una consecuencia que debemos especificar. A continuación voy a proponerles cinco acciones para iniciar con la gestión del riesgo en un proyecto nuevo o existente:
1) Identificar todos los riesgos posibles ante la ejecución del proyecto.
2) Realizar una evaluación de la probabilidad de ocurrencia y del impacto potencial.
3) Cuantificar cuál sería el coste de los riesgos en caso de que ocurrieran.
4) Crear planes de acción para gestionar los riesgos de alta prioridad.
5) Reconocer y gestionar los riesgos lo antes posible.
Se debe tener en cuenta que la evaluación de riesgos no es un trabajo que solo debe realizarse en la etapa de planificación, este tema lleva un seguimiento que implicará una revisión periódica ya sea anual, semestral o hasta mensual si el proyecto crea elementos que pueden cambiar en poco tiempo o que deban ser detectados con anticipación para corregirlos. Además de la periodicidad, se debe tener en cuenta condiciones sobre las que se hará indispensable volver a revisarlos, como por ejemplo cuando surjan cambios en el alcance del proyecto.
Los riesgos son elementos que dan valor a nuestro proyecto, pero que al estar controlados se convierten en oportunidades, es de allí que justamente viene la conocida frase «Quién no arriesga, no gana».